Multitud interroga a los líderes de Springfield sobre cuestiones de inmigración después del accidente de autobús

Docenas de residentes presionaron a los líderes de la ciudad de Springfield para obtener respuestas sobre la creciente población inmigrante después de un accidente de autobús escolar que mató a un niño de 11 años y resultó en cargos por delitos graves contra un conductor inmigrante haitiano.

Más de 50 personas asistieron a la reunión de la Comisión de la Ciudad de Springfield el martes por la noche, muchas de ellas molestas, y los funcionarios de la ciudad intentaron responder preguntas y bajar el tono de la retórica. Un pequeño grupo llevaba carteles sobre inmigración y protestó frente al Ayuntamiento antes de la reunión.

“Las emociones están altas, incluso la mía”, dijo el asistente del alcalde Rob Rue al primero de más de 20 oradores que se dirigieron a los comisionados. "Hay cosas que hemos visto en Facebook que no son ciertas, y necesitamos aclararlas para poder responder algunas de sus preguntas".

Rue, cuya funeraria Littleton & Rue se encargó de los servicios para Aiden Clark, el estudiante de Northwestern que murió en el accidente del 22 de agosto, agregó: “No hay una sola persona en este podio que quiera ver cómo matan a un niño nuevamente. Ni uno. Fue terrible."

Miles de inmigrantes haitianos han llegado a Springfield, muchos de ellos en los últimos cinco años. Las estimaciones han variado mucho, desde 5.000 inmigrantes hasta 10.000.

Las conversaciones en las redes sociales después del accidente del autobús escolar provocaron que los residentes confrontaran a los funcionarios de la ciudad para preguntarles si Springfield es una ciudad santuario para inmigrantes ilegales.

“No estamos oficialmente declarados ciudad santuario”, dijo el administrador municipal Bryan Heck. “Ahí es donde se aprueba legislación que dice que no actuaremos en lo que se refiere a la ley de inmigración... Nunca hemos aprobado ninguna legislación que diga eso”.

Dijo que a los inmigrantes se les permite ingresar al país bajo un programa federal que extiende la “permiso humanitario” para los extranjeros obligados a huir de sus países de origen.

“Entonces, cuando otros países están en crisis, el gobierno federal –no el gobierno estatal, no el gobierno local; es el gobierno federal, permite la entrada de inmigrantes a nuestro país”, dijo Heck. "Es un programa legislado a nivel federal".

Rue dijo que los inmigrantes han venido a Springfield a trabajar: “Porque hay trabajos disponibles a una hora y media en auto de nuestra comunidad. Ésa es una de las razones”.

Los opositores han dicho que la ciudad está recibiendo una compensación por la población inmigrante aquí, lo que la ciudad refutó.

“No hemos recibido ningún dinero estatal o federal por ningún inmigrante que haya llegado a nuestra comunidad”, dijo Heck.

En ocasiones, los comisionados lucharon por mantener el orden mientras los residentes gritaban preguntas o comentarios, lo que llevó al alcalde Warren Copeland a pedir repetidamente a los asistentes que se registraran y fueran reconocidos para hablar.

La jefa de policía de Springfield, Allison Elliott, pidió a los residentes que sean respetuosos para que todos puedan ser escuchados y expresar sus inquietudes.

“Puedes ser apasionado, puedes estar molesto, puedes estar enojado”, dijo, “pero también puedes hacer que tu voz se escuche apropiadamente, así que por favor tenlo en cuenta mientras nos sentamos aquí esta noche”.

En respuesta a la afirmación de un orador de que la población inmigrante es responsable del aumento de la delincuencia a nivel local, Elliott indicó que la delincuencia no es un problema sólo dentro de la comunidad haitiana.

“Cuando se habla de delincuencia y problemas de robo en comercios minoristas, eso ha estado sucediendo aquí y hemos estado luchando con eso durante los últimos años”, dijo.

Los funcionarios han señalado anteriormente que los haitianos también han sido víctimas de crímenes aquí.

Los residentes también expresaron su preocupación por la seguridad de los conductores entre la población inmigrante. Rue dijo que la ley estatal facilita la obtención de una licencia de conducir después de los 18 años, sin que se requiera educación vial, y se están llevando a cabo conversaciones con los legisladores estatales sobre los problemas que esto está planteando en las comunidades locales.

Los funcionarios estuvieron de acuerdo con el residente Casey Tingley, quien sugirió que la aplicación de la ley a nivel local está “estrecha” y que sería útil contar con agentes de policía adicionales para abordar las preocupaciones sobre los conductores inmigrantes que no están familiarizados con las leyes de tránsito.

Heck señaló que actualmente hay 19 vacantes para agentes de policía que la ciudad busca cubrir. El proceso de solicitud permanece abierto hasta el 10 de septiembre. Se pidió a los residentes que alentaran a los candidatos a presentar su solicitud y ayudaran a llenar esos vacíos.

Los funcionarios también acordaron investigar más a fondo las preguntas planteadas por Tony Hilliard, residente de Maiden Lane, quien pidió a los funcionarios que investigaran los servicios de personal y las empresas que pudieran estar involucradas en el transporte de inmigrantes al área para cubrir puestos vacantes.

Victoria Sorg, miembro de la junta directiva del Rocking Horse Community Health Center, citó datos y dijo que las organizaciones sin fines de lucro están luchando por satisfacer las necesidades de los inmigrantes.

Los datos de 2018 mostraron que solo tres pacientes pediátricos de habla criolla recibieron servicios de Rocking Horse durante todo el año. En 2022, más de 400 pacientes pediátricos haitianos recibieron atención.

Uno de los principales costos para Rocking Horse y otras organizaciones sin fines de lucro que sirven a inmigrantes son los costos de traducción, dijo Sorg.

“En 2018, el costo de los servicios de traducción de Rocking Horse fue de un total de $4,000. Esos costos en lo que va del año son $344,000”, dijo. "Ese aumento no es sostenible para las organizaciones sin fines de lucro de la zona".

Preguntó si la ciudad podría hacer algo para apoyar a las organizaciones sin fines de lucro locales.

“Si esto le está sucediendo a Rocking Horse, probablemente le esté sucediendo al banco de alimentos, a las iglesias y a otros. Tenemos la misión en estas organizaciones de servir a los más vulnerables”, dijo Sorg, “pero necesitamos ayuda”.

Varias agencias se reúnen mensualmente para coordinar recursos y abordar las necesidades relacionadas con la comunidad haitiana en el condado de Clark.

Grupos, incluido el gobierno de la ciudad, ayudaron a celebrar el Día de la Bandera Haitiana en mayo, un feriado importante para el pueblo de Haití.

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